Revisitamos la exposición de la fragata Mercedes con su comisario Carlos León

Tras la publicación de nuestra reseña acerca de la exposición sobre la fragata Mercedes que se celebra actualmente en el Museo Arqueológico Nacional, recibimos el ofrecimiento de Carlos León Amores, uno de sus comisarios, de hacer una visita privada guiada por él mismo.

Una de las salas de la exposición.Esta visita la hicimos el día 15 de diciembre, aprovechando que el museo permanece cerrado los lunes para realizar las tareas de mantenimiento semanales.

Durante la misma, Carlos León nos explicó la historia de la fragata, su hundimiento, el expolio de sus restos por parte de Oddysey Marine y la recuperación por parte del Estado Español del cargamento, tras un largo proceso judicial en Estados Unidos. No vamos a entrar en los pormenores de esta história, pues, al igual que nuestra opinión, es del todo conocida por nuestros lectores y ya fue tratada en su momento en otro post.

Carlos León nos explica algunos aspectos de la exposiciónCarlos León nos contó la génesis de la exposición y como se decidió por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte su realización en dos sedes en Madrid (MAN y Museo Naval), en lugar de hacerla en el Museo de Arqueología Subacuática ARQVA.

Personalmente, me parece que hubiese sido más adecuado haberla inaugurado en ARQVA y el Museo Naval de Cartagena, al ser la primera institución el museo español de referencia en materia de arqueología subacuática y ser necesaria la participación del Ministerio de Defensa, al tratarse de un buque de estado. Es muy posible que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte quisiera dar más relevancia y difusión a la exposición haciéndola en Madrid, aunque para eso está la itinerancia posterior.

Hablando de itinerancia, la exposición estará en las sedes de Madrid hasta el 15 de este mes de enero. Como colofón se desarrollará en el MAN una jornada de clausura a la que asistirán la SDG de Protección del Patrimonio, Elisa de Cabo, y James Goold, el abogado norteamericano que representó a España en el litigio.

Tras el 15 de enero, la exposición partirá hacia el MARQ de Alicante y, si se cumplen los planes previstos, se trasladará al Museo Arqueológico de Cádiz durante el segundo sementre de 2015.

Desde aquí, agradecemos a Carlos León su ofrecimiento y lo atención que recibimos durante la visita, en la que nos comentó algunos detalles que, como vistantes anónimos se nos hubieran escapado.

Uno de ellos es que el magnífico mapa Geográgico de América Meridional no estará en la exposición itinerante, pues volverá al despacho del Museo Nacional de Ciencias naturales donde siempre ha estado colgado, pues nunca se había expuesto.

Mapa de América meridionalEl montaje de la exposición ha permitido recuperar más documentación sobre el hundimiento sobre la que se logró reunir para el juicio, habiendo servido por tanto para avanzar en el conocimiento de la historia del hundimiento.

Ficha técnica de la exposiciónSerá muy interesante escuchar tanto al abogado norteamericano como a Elisa de Cabo el próximo miércoles para conocer tanto detalles inéditos del proceso como un balance final de esta exposición.

@ArqueoAntonio

Sobre la exposición de la fragata Mercedes en el Museo Arqueológico Nacional

El pasado sábado 20 de septiembre pude visitar por fin la exposición que acoge el Museo Arqueologico Nacional sobre la fragata Mercedes, tras un verano afortunamente agitado en lo laboral. Esta exposición se completa con otra en el Museo Naval de Madrid, a unos cientos de metros, a la que espero poder asistir a principios de octubre, y de la que escribiré en su momento.

Panorámica general de la exposición

Panorámica general de la exposición

La exposición nos narra las circunstancias del hundimiento de este navío de Estado español, su expolio por parte de Odissey Marine, y su recuperación, por la vía judicial, por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Es una buena exposición, y ha tenido una muy buena acogida por parte del público, aunque, en mi opinión, adolece de algunos importantes defectos.

Quizá el menos importante de ellos, pero muy común últimamente, sea la iluminación tenebrista que se ha elegido para la muestra. Ya sé que es algo que está de moda desde hace unos años, y que como tal pasará, pero cuando voy a un museo espero ver la luz del patrimonio que alberga, no el ambiente de misterio impostado propio de un programa de Iker Jiménez. Y el argumento que se suele dar desde los departamentos de conservación preventiva de que se conservan mejor las piezas no me vale, pues los focos que iluminan directamente los objetos expuestos son los mismos que antes.

La luz del patrimonio en nuestros museos

La luz del patrimonio en nuestros museos

Otro punto negativo de la exposición me parece el story telling de la misma. El discurso presenta el hundimiento, el expolio y el triunfo del Estado español, y, claro, la gran cantidad de monedas de plata recuperadas.

Desde luego, todo esto es cierto, pero no muestra toda la verdad, no sé si por temor a que el público no lo entienda, o por dar más lustre a la actuación de la Administración.

Lo que no se cuenta en la exposición es que Odissey Marine es una más de las empresas que tratan de esquilmar el patrimonio cultural sumergido, en todo el mundo y con un fin puramente crematístico, y que estas compañías, independientemente de su base y bandera, son producto de distintos fondos de capital-riesgo que operan financieramente desde la City de Londres.

Tampoco se cuenta que Odissey estuvo operando en la zona del Estrecho, a la busqueda de un buque de Estado británico, en aguas cercanas a Gibraltar, actualmente en disputa entre España y Reino Unido. Al no permitirse el trabajo de la compañía, recondujeron la campaña y optaron por extraer el precioso cargamento de la Mercedes, hundida al sur de Portugal.

Sí que se cuenta, el litigio mantenido en los juzgados de Tampa (Florida) y la posterior recuperación por sentencia del «tesoro» de la Mercedes, para mayor gloria de la Administración española.

A raiz de todo este proceso, el patrimonio cultural subacuático, ha merecido más atención por parte de la Administración de Patrimonio de España: se elaboró el libro verde, y se aumentaron las competencias y capacidades de las fuerzas de seguridad y de la Armada. Bien por ello, pero la obligación de preservar nuestro patrimonio sumergido ya la tenía esta misma Administración, por ley, antes de la intervención de los filibusteros de Odissey. De esto no se habla en la exposición.

Pero esto no es lo peor de la exposición. Lo más triste es la idea que se transmite al público: la recuperación -nunca debió permitirse el robo- del «tesoro» de la Mercedes. Parece mentira que a estas alturas del partido todavía haya que repetir la idea de que la arqueología no busca ni encuentra «tesoros», sino que investiga el pasado de la humanidad a través de los restos materiales que esta ha dejado- estén en tierra o bajo las aguas.

Tanto el título de la exposición (El último viaje de la fragata Mercedes. Un tesoro cultural recuperado), como el discurso expositivo -culminado con un gran expositor escalonado repleto de monedas, que se apoyan en un espejo trasero, para dar la sensación de mayor abundancia- llevan a los visitantes, normalmente no familiarizados con el mundo de la investigación o la conservación, a reforzar su idea de tesoro, como objetivo de nuestro trabajo.

El colofón de la exposición

El colofón de la exposición

Casi podíamos oir el grito de ¡monedas de oro! –aunque en este caso sean de plata-, que repetía el loro de John Silver en La isla del tesoro, resonando en las cabezas de los circunspectos y bienpensantes habitantes del madrileño Barrio de Salamanca con los que coincidimos mayoritariamente en nuestra visita.

El "tesoro"

El «tesoro»

Parece que hemos perdido la ocasión de comunicar al resto de la sociedad una victoria histórica.

@ArqueoAntonio