Operación Luna: la arqueología subacuática del futuro comienza en el buque insignia de Luis XIV

El pecio de la fragata Lune fue descubierto en 1993 en aguas de Toulon (Francia), por Paul-Henri Nargeolet, una de las máximas autoridades mundiales en rescate de pecios a gran profundidad y lider de la exploración del Titanic.

Tras el hallazgo, el naufragio se documentó fotográficamente y se hizo una primera planimetría, que permitió identificar el barco como el buque insignia de la flota de Luis XIV: la fragata Lune.

PLANIMETRÍA

Este buque naufragó en 1664, al volver de una expedición contra los piratas berberiscos de las costas de la actual Argelia y ser puesto en cuarentena antes de su entrada al puerto de Toulón, por riesgo de peste. Se hundió, con unos mil hombres a bordo, muchos de los cuales estaban heridos, a consecuencia de los combates que protagonizaron en el norte de África.

Dado que los medios de inmersión de principios de los noventa no eran los adecuados para una intervención arqueológica a los 90 metros de profundidad a los que descansa la fragata, en ese momento sólo se documentaron su restos, dejñandolos en su lugar.

A pesar de las dificultades para su estudio en el momento de su descubrimiento, se comprobó que el pecio se encontraba en un excelente estado de conservación, al haber sido preservado del expolio que han sufrido otros barcos de características similares que se hallan a profundidades más asequibles para el buceo autónomo. Esto hizo que el hallazgo se calificara como una «Pompeya sumergida», pues constituye una ventana sin igual a la navegación del siglo XVII.

En octubre del año 2012, Michel l´Hour, como director del DRASSM, departamento de Arqueología Subacuática del CNRS -el equivalente a nuestro CSIC en Francia-, puso en marcha el proyecto Operation Lune.

Este proyecto auna la gran experiencia del DRASSM -su director es uno de los más reputados arqueólogos subacuáticos del mundo-, junto con los medios de la Armada francesa, la tecnología de Dassault systèmes, el canal de televisión especializado en temas culturales ARTE  y Grand Angle Productions, constituyendo el mejor de los ejemplos de lo que puede ser un gran proyecto nacional de investigación en el que colaboran tanto el sector público como el privado.

Para superar la gran dificultad que plantea la intervención en un naufragio a tanta profundidad, en este proyecto se están utilizando técnicas pioneras que a buen seguro pasarán a formar parte de los estándares de las excavaciones subacuáticas del futuro.

De entre estas técnicas cabe destacar dos: El uso masivo de robots subacuáticos (los ya conocidos rovs) y arqueología virtual mediante técnicas 3D.

3D

Si bien el uso de rovs es algo habitual en una intervención a gran profundidad, las técnicas de arqueología virtual constituyen toda una innovación. Estas técnicas permiten al arqueólogo explorar el yacimiento sin mojarse, pues se realizan en un entorno virtual en 3D, que hace que el arqueólogo cometa sus errores en este escenario, antes que sobre el pecio.

BUZO

Además de esto, Dassault Systèmes ha desarrollado el Newsuit simulator, que ofrece a los técnicos las mismas sensaciones que un traje de buceo. Combinando el simulador con el entorno 3D, el equipo puede plantear y ensayar las mejores estrategias de excavación antes de usarlas en el yacimiento.

Aparte de los rovs, en esta investigación se emplean pequeños sumergibles y el Victor 6000, utilizado anteriormente en la exploración del Titanic y en la recuperación de la caja negra del malogrado vuelo París-Río. Estos ingenios son soportados desde el André Malraux, el nuevo buque del DRASSM y el Jasón, embarcación aportada por la Marina francesa, que habitualmente se utiliza para recuperar minas y asistir a la flota de submarinos de la OTAN.

BARCOS

En definitiva, la Operacion Luna constituye uno de los proyectos de arqueología subacuática más interesantes y prometedores del momento, y, por el empleo de las novedosas técnicas de investigación descritas, está destinado a marcar un antes y un después en la historia de la investigación del Patrimonio Cultural Subacuático.

Como bien recalcan en Espejo de navegantes, una de las más brillantes publicaciones sobre Patrimonio Naval en lengua castellana, ¿Para cuándo se realizará en España un proyecto parecido a este? ¿Cuándo tendremos los medios para llevarlos a cabo?

Lo que si tenemos en abundancia son pecios -en cualquier parte de las costas españolas, y fuera de ellas también- y arqueólogos subacuáticos. Ahora sólo hace falta que las autoridades se den cuenta de ello.

@ArqueoAntonio

I Charla sobre Arqueología Subacuática y Buceo Deportivo, en Madrid

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El día 24 de noviembre, domingo, a las 19:00, arrancamos el Programa de Seminarios de sensibilización sobre Patrimonio Arqueológico Subacuático para buceadores deportivos en el restaurante Fisterra, de Boadilla del Monte, lugar habitual de reunión de los amigos del Club de buceo Planeta Azul.

La charla, dirigida a buceadores deportivos, pero abierta a todo tipo de público, se estructurará de a siguiente forma:

En primer lugar, hablaremos de las diferencias entre arqueología terrestre y arqueología subacuática, y de la evolución de esta disciplina, desde sus inicios, hasta hoy.

Una vez entrados en calor, expondremos  los distintos tipos de yacimientos arqueológicos subacuáticos y la información que los arqueólogos adquirimos al investigarlos. Básicamente hay dos clases de yacimiento sumergido: los pecios y los lugares que un día fueron habitados por el ser humano y que hoy, por diferentes causas están bajo las aguas, dulces o saladas.

Para comprender mejor las diferencias entre estos dos tipos de yacimientos nos centraremos en dos casos concretos: el pecio Bou ferrer y el antiguo puerto de Ampurias.

El pecio Bou Ferrer fue un buque mercante de época romana, que naufragó a una milla de la actual Villajoyosa (Alicante), a mediados del siglo I. Fue descubierto en el año 2000, y actualmente está en proceso de investigación por parte de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad Valenciana y Vilamuseu, con la colaboración del CNRS. Este barco romano, dedicado al comercio, transportaba unas 2.000 ánforas de Garum en el momento de hundirse en las costas de Villajoyosa, dónde descansa en el fondo marino, a unos 25 metros de profundidad.

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La importancia de este pecio, radica en que nos ofrece la oportunidad de estudiar el comercio mediterráneo durante el Imperio Romano, mediante el estudio de la carga que transportaba y de la misma estructura de la nave.

El yacimiento arqueológico subacuático de Platja de les Muscleres, al borde de los restos de Ampurias, es el puerto de esta ciudad ibérica, griega y romana. Se halla sumergido por la línea de costa actual, y ha sido objeto de diversas campañas de investigación entre 1996 y 2006.

El estudio de una estructura portuaria de esta naturaleza nos proporciona abuntante información sobre el sistema de abastecimiento de esta ciudad y sobre el comercio en la Antiguedad.

Para cerrar el acto, abriremos un debate en el que contrastar opiniones con el público asistente.

Por razones de aforo, para asistir a la charla es preciso inscribirse a través de la dirección de correo:

info@inversa.org.es

Es necesario indicar el nombre y apellidos de todos los asistentes.

La asistencia a la charla es gratuita.

¡Os esperamos!

@ArqueoAntonio