A pesar de nuestra extensa y rica Historia naval, la formación en Arqueología Subacuática en España es una empresa complicada, al no existir programas de formación reglada en esta disciplina.
El cursus honorum normal de cualquier arqueólogo subacuatico español comienza por estudiar Historia, historia del Arte, o, en el mejor de los casos, Arqueología, ejercer después como arqueólogo y, más tarde, formarse como arqueólogo subacuático de forma específica, aprovechando los distintos cursos que, de forma irregular y esporádica, aparecen dentro del panorama de nuestras universidades. Aparte de esto, por supuesto, hay que aprender a bucear. Parece complicado, pero no hay nada imposible.
Durante el verano de 2012, se llevó a cabo uno de estos estudios, como curso de extensión universitaria de la UNED de Girona, en el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña.
Durante dos días conocimos de primera mano, no solo la historia y el presente de la Arqueología Subacuática, sino también el interior del CASC y su forma de trabajar.
La primera jornada se dividió en dos partes. En la primera, Gustau Vivar, centro y Rut Geli, director y arqueóloga del centro, respectivamente, nos hicieron un completo y exhaustivo repaso de la historia del buceo y de la arqueología subacuática, de las técnicas de su disciplina y de la labor del CASC.
Ya por la tarde, Cati Aguer, Restauradora de material sumergido del centro, nos hizo una visita guiada por los laboratorios del CASC, mostrándonos los materiales que en estaban tratando en ese momento y los procesos habituales que se utilizan para preservar los restos procedentes de una excavación subacuática.
Después de esta interesante charla, tuvimos el privilegio de acceder a los almacenes del CASC, de la mano de Gustau Vivar, que nos contó las pequeñas y grandes historias de las colecciones de objetos procedentes de los distintos pecios en los que esta institución ha intervenido.
Al día siguiente, abandonamos Girona para dirigirnos a el Port de la Selva, donde tiene su base la «unidad móvil» del CASC: el Thetis. El Thetis es el barco desde el cual el CASC realiza sus trabajos en las costas catalanas.
Esta embarcación oceanográfica fue construida durante la Guerra fría en Alemania Oriental, donde sólo podían botar este tipo de barcos tras los acuerdos adoptados por los aliados tras la II Guerra mundial. Con la caída de la RDA, la flota de este país fue saldada -sus barcos pesqueros pasaron a engrosar las flotas de muchos paises del tercer mundo- y los técnicos de Patrimonio de la Generalitat de Catalunya tuvieron la feliz idea de adquirir este barco como dotación del CASC. Esta es la única embarcación que se dedica, y que se ha dedicado, exclusivamente, a la Arqueología Subacuática en España, aunque sus trabajos, se desarrollan integramente en Cataluyna.
Tras visitar el barco, desde la sala de máquinas al puente de mando, siguiendo las explicaciones de Gustau Vivar y Rut Geli, pasamos a un pesquero reconvertido en barco de buceo que se nos había abarloado, mientras conociamos la embarcación del CASC. En esta embarcación nos dirigimos a cala Culip, donde hicimos una inmersión en el pecio Culip V.
Este pecio se corresponde a un barco romano de comercio de zona – el que se dedica a redistribuir por una región costera desde uno o dos puertos base, que reciben embarcaciones de más calado dedicadas al gran comercio. El Culip V fue descubierto por los buceadores deportivos extranjeros en los años 70, que lo expoliaron hasta que las autoridades españolas pudieron parar este ataque a nuestro Patrimonio Cultural.
Hace unos años el CASC retomó su excavación, y, en el momento de nuestra inmersión sus técnicos realizaban labores de documentación gráfica de su obra viva, parcialmente conservada en el fondo y descubierta una vez fueron retirados los materiales que transportaba el barco.
Como conclusión, os diré que fue todo un priviegio conocer el CASC por dentro y bucear en uno de sus proyectos, con su director y sus técnicos.
He buscado en google la convocatoria de este año, pero, lamentablemente, no la he encontrado. No sé si se debe a los dichosos recortes que nos ahogan por doquier o si es porque sólo se hizo ese año.
En cualquier caso, abundando lo que os dije al principio de la entrada, si os interesa la Arqueología Subacuática y veis un curso que os guste, hacedlo. Quien sabe cuando se convocará otra vez, o si ni siquiera volverán a impartirlo, y más en los tiempos que corren.